Mangos (español), Mangoes (ingles), Mangas (portugues), Manghi(italiano), Манго (ruso), Μαγγες (griego)-.-
El mango, esa fruta, jugosa amarillenta, dulce, increíble: el elixir de la vida!
El parasito sale caminando un 19 de agosto de algunos años atrás (pleno invierto limeño, la típica lima gris),se monta en la 73, llega a su destino, se encuentra con un buen amigo, un pablito, un zito. Caminaron juntos, los buscaron, “ no es época compadre”, “tengo pero bien verdees” “ ¿mangos? No seas chistosa caserita, eso es pa’ verano, mire el frío que hace”. Quien se iba a imaginar que en una salida Manguera íban a terminar comiendo mandarinas. La mandarina, nombre hermoso, igual que tangerine. Fruta que suena mejor de lo que sabe, pero esa es otra historia, la historia de la mandarina será para otro día, ahora es el síndrome del mango.
Sus días, después de ese día, fueron depresivos, no solo una LIMA GRIS sino que para colmo sin Mangos, la vida ya no valía la pena, hasta que de en medio de las montañas salía algo brilloso caliente ERA EL SOL.. y con Él, la esperanza de comer Mango.. Era verano.. un diciembre lindo y veraniego con un sol tan amarillo como el Mango. Era hora de llamar a Pablito y decirle que la tristeza se tenía que acabar que el mango había llegado nuevamente a las fruteras, a los mercados y supermercados.
El parásito fue a Watdajel que ahí seguro que encontraba a zito. Fue (como dice la regla de watdajel: Si quieres venir a watdajel no vengas, ven cuando no quieras venir) NO quiso ir y fué, igual que pablito y también se encontró con Violeta con quien quedaron que el 27 de diciembre irían a un parque sanisidrino y acabarían con el síndrome del mango y se llenarían de felicidad.
El mango, esa fruta, jugosa amarillenta, dulce, increíble: el elixir de la vida!
El parasito sale caminando un 19 de agosto de algunos años atrás (pleno invierto limeño, la típica lima gris),se monta en la 73, llega a su destino, se encuentra con un buen amigo, un pablito, un zito. Caminaron juntos, los buscaron, “ no es época compadre”, “tengo pero bien verdees” “ ¿mangos? No seas chistosa caserita, eso es pa’ verano, mire el frío que hace”. Quien se iba a imaginar que en una salida Manguera íban a terminar comiendo mandarinas. La mandarina, nombre hermoso, igual que tangerine. Fruta que suena mejor de lo que sabe, pero esa es otra historia, la historia de la mandarina será para otro día, ahora es el síndrome del mango.
Sus días, después de ese día, fueron depresivos, no solo una LIMA GRIS sino que para colmo sin Mangos, la vida ya no valía la pena, hasta que de en medio de las montañas salía algo brilloso caliente ERA EL SOL.. y con Él, la esperanza de comer Mango.. Era verano.. un diciembre lindo y veraniego con un sol tan amarillo como el Mango. Era hora de llamar a Pablito y decirle que la tristeza se tenía que acabar que el mango había llegado nuevamente a las fruteras, a los mercados y supermercados.
El parásito fue a Watdajel que ahí seguro que encontraba a zito. Fue (como dice la regla de watdajel: Si quieres venir a watdajel no vengas, ven cuando no quieras venir) NO quiso ir y fué, igual que pablito y también se encontró con Violeta con quien quedaron que el 27 de diciembre irían a un parque sanisidrino y acabarían con el síndrome del mango y se llenarían de felicidad.
GRACIAS A LOS MANGOS Y AL VERANO QUE PERMITIO EL CRECIMIENTO DE ESTOS.
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